Ramatís
los desencarnados que fueron edificadas en antiguas zonas, lle-
nas de estigmas de los salvajes, en la actualidad, son sublimes
comarcas de luz, como la metrópoli del Gran Corazón, cuyo
padrón vibratorio superior disolvió la sustancia deprimente que
se había acumulado por la rudeza psíquica de los salvajes.
Pregunta: ¿No sería conveniente higienizar el Astral, de tal
modo, que todas esas colonias o agrupaciones se transformaran
en núcleos civilizados, para poder influir en las almas primitivas
y lograr conducirlas hacia un mejor entendimiento espiritual?
Atanagildo: No sería conveniente que se extinguiesen, en el
Astral, los “campos de caza” de los salvajes, porque le sirven de
verdadero “caldo de cultura” psíquica y del ambiente adecua-
do para la expansión de sus conciencias inmaduras. Lo mismo
sucede en la Tierra, en la que a pesar del considerable progre-
so conseguido por sus ciudades, aún existen agrupaciones de
indios salvajes que no pueden situarse en la faja vibratoria del
hombre civilizado. Esos seres primitivos no deben ser violen-
tados en su línea psicológica, ni ser expulsados de sus lugares
de forma y condiciones familiares, que son su “punto de apoyo”
muy necesario para lograr madurar su entendimiento rudimen-
tario y elevarlo hasta la ética alcanzada por los civilizados. Ellos
también, son centros de atención por parte de los preceptores
más elevados, que les proporcionan recursos graduados, para
ayudarlos a comprender la espiritualidad.
Dios tanto asiste a sus Arcángeles Constelatorios, que go-
biernan y sustentan a los sistemas solares, como atiende a las
conciencias embrionarias de sus hijos primitivos de la selva,
cuya razón aun no puede desarrollarse, alejada de los ruidos
belicosos practicados en medio de sus chozas primitivas. Enton-
ces, es lógico, que ese tratamiento y asistencia espiritual debe
hacerse de modo suave, sin violentar el entendimiento rudimen-
tario del salvaje. Mientras tanto, los “campos de caza” del mun-
do astral sirven a los imperativos de la razón salvaje, y las altas
esferas, auxilian al espíritu del hombre evolucionado a liberarse
de las formas ilusorias de los mundos planetarios.
Pregunta: ¿Entonces, según vuestra afirmación, quiere de-
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