La Vida Más Allá de la Sepultura
crificial de amor al prójimo, fue elevado el padrón vibratorio
espiritual de la ciudad, volviéndose una antecámara de panora-
mas angélicos, característico en las colectividades de los planos
superiores. La metrópoli es el fruto natural de un trabajo digno
y persistente, inspirado por el amor al prójimo, pues nunca fal-
tarán elevadas e incesantes sugestiones de los mentores side-
rales, para que tanto encarnados como desencarnados trans-
formen el lugar en donde habitan. Bajo la disciplina heroica y
la voluntad bien dirigida, los desperdicios de vuestro mundo se
pueden transformar en hermosos rosedales, y las rocas macizas
en confortables habitaciones de reposo para el cuerpo y alegría
para el alma.
Pregunta: ¿Existen equipos de espíritus especializados en-
cargados de fundar las colonias en el mundo astral?
Atanagildo: No hay un determinismo para fundar una de-
terminada ciudad en el astral, ésta puede nacer, naturalmente,
alrededor de un estacionamiento, de un puesto de socorro o de
una institución avanzada que actúe en medio de los fluidos den-
sos. Las fundaciones determinadas, obedecen a una orientación
más o menos parecida a la de la Tierra; ellas progresan y evolu-
cionan a medida que aumenta su población. Tampoco se preci-
san equipos adiestrados para tales realizaciones, se cuentan con
abnegados pioneros que enfrentan heroicamente a los fluidos
nocivos, emanados de los charcos pestilentes y por los coágulos
de sustancia mental deletérea, que se forman por la desviación
constante de la humanidad allí existente. Esos espíritus abnega-
dos y valerosos, no vacilan delante de las exigencias de sacrificio
que lograrían desanimar a los más intrépidos hombres terrenos.
Pregunta: ¿No se producen accidentes o surgen enfermeda-
des comunes, en relación a los trabajos sacrificiales que se lle-
van a cabo en medio de fluidos tan agresivos del astral inferior?
Atanagildo: Sin duda alguna, ocurren fracasos, enfermeda-
des, agotamientos y lesiones periespirituales en los más osados;
tal como suele suceder con los héroes vuestros, que se sacrifican
por el bien de la humanidad. Muchas almas valerosas, que se
dedican a fundar núcleos de actividades espirituales en medio
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