como fueron Juan el Bautista, Moisés o Pablo de Tarso; la esfera de las "Arpas Eternas" está
formada por un conjunto do espíritus, elegidos para impregnar a la música de los humanos una
magnífica religiosidad, como Orfeo, Palestrina, Bach, Schubert, Hendel, Mozart, Counod, Verdi,
Hayden y otros autores de muy bellos oratorios, misas sinfónicas y piezas religiosas; la esfera de los
"Oráculos de los Tiempos", fuente de los profetas como Daniel, Ezequiel, Jeremías, Job, Isaías,
Miqueas, Samuel o Nostradamus; la esfera de "Zafiros de la Renuncia" que inspiró a un Ghandi,
Francisco de Asís o Vicente de Paul; la esfera de los "Peregrinos del Sacrificio", almas que se
inmolaron por sus ideas avanzadas para esclarecer la espiritualidad, como Juan Huss, Giordano
Bruno, Juana de Arco, Sócrates; la esfera de las "Perlas Ocultas", donde se refiere a las almas capa-
citadas para la revelación de los fenómenos excepcionales de la vida invisible, como Antonio de
Padua, Apolonio de Tyana, Don Juan Bosco, Teresa Neumann, Home, Eusapia Paladino y tantos
otros; la esfera de "Las Llamas del Pensamiento" que abarca las almas del tipo de Hermes,
Zoroastro, Platón, Buda, Pitágoras, Krisnhamurti y otros autores de nuevos rumbos para la liberación
mental del hombre; la esfera de las "Estrellas Silenciosas" que reúne a los espíritus más raros, cuyas
vidas físicas son verdaderos "canales vivos" de receptividad para la afluencia espiritual de lo Alto,
alimentando a sus discípulos por su presencia tranquila y confiada, como lo hacía Sri Ramana y
Maharsi, Ananda Moyi Ma, Lahiri Mahasaya, Giri Bala, Babaji y otros yogas más. En la esfera de las
"Antorchas del Conocimiento" donde Resaltan los espíritus preocupados en investigar la religión por
los caminos de la Ciencia, como Blavaski, Max Hendel, William Croockes, Sinnet, Leadbater, Besant,
Kardec y Ubaldi.
Insistimos en deciros que esas denominaciones corresponden con más propiedad a las
exigencias del lenguaje del mundo físico, para poder acercaros una idea aproximada de las
peculiaridades manifestadas por esos espíritus en sus conjuntos o esferas siderales, y los motivos
principales que los atraen hacia una vida feliz y fraterna. Infelizmente no podemos extendernos en el
asunto para exponeros particularidades que puedan satisfacer a todas las indagaciones, porque
tendríamos que desmenuzar a vosotros la materia, que es de compleja nomenclatura sideral. Cuando
más tarde comprendáis la verdadera significación de la pasión de Jesús en la tierra, entonces
llegaréis a valorar el sentido exacto de la terminología psicológica de esos variados grupos de
Espíritus, los que a pesar de su manera de actuar, no se congregan para el mismo fin espiritual,
aunque todos atiendan a las convocaciones de los Instructores Espirituales-para sus diferentes
misiones de sacrificio en las superficies planetarias.
Cada grupo sideral es aprovechado conforme a su índole y talento, pues mientras una parte
queda en el espacio, intuyendo y guiando a los encarnados para una mayor receptividad de las
enseñanzas y revelaciones del Instructor, la otra baja a la materia en la época debidamente prevista,
como sucedió con Antulio, Hermes, Krisnha, Buda, Jesús o Kardec. Otros se encarnan en la tierra
como antenas vivas propagadoras de los nuevos conceptos espirituales. Entonces se puede observar
en el mundo material, que las grandes transformaciones y los renacimientos efectuados en las
esferas musicales, de la pintura, de la ciencia, de la política o de las religiones, no se adaptan
exclusivamente al individuo que expone o divulga el nuevo mensaje, pues en seguida se adhieren los
discípulos, seguidores y simpatizantes atraídos por la naturaleza del mismo ideal. Esa adhesión
absoluta y jubilosa alrededor del mensaje renovador, siempre es el fruto de un plan inteligente,
sensato y evolutivo que ha de desdoblarse en la materia, pero que es controlado por la sabiduría de
los Mentores Espirituales, tal como sucedió con la propagación del Cristianismo.
1
Nota del Revisor: El "Akasa" es un estado muy sutil, aun más que el de la materia cósmica, aunque tampoco sea el
éter propiamente admitido por la ciencia, como un medio de trasmisión. En él se reflejan y graban cualquier acción o
fenómeno del mundo físico, para más tarde, los buenos psicómetros podrán leer, gracias a sus buenas facultades psíquicas.
Myers llama a ese estado cósmico de "metaetérico" y Ernesto Bozzano lo explica satisfactoriamente en su obra Los
Enigmas de la Psicometría, en el VI Caso, página 41. Aconsejamos también, la lectura del capítulo XXVI, "Psicometría" de la
obra En los Dominios de la Mediumnidad, de Chico C. Xavier, y en las páginas 191 y 197 de la obra Devassando o lnvisivel,
de Yvonne A. Pereíra.
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