de vuestro hogar utiliza la fuerza del transformador más próximo, en vez de recurrir a la Usina
distante? Dios, como "Usina Cósmica" y alimentador del Universo, legó a sus Arcángeles,
transformadores divinos de Luz y de Vida el derecho y la capacidad de atender a las necesidades
humanas en la superficie terrestre, ofreciéndoles la energía adecuada a la capacidad de cada ser
para su beneficio ascecional. No existe desperdicio energético en el Cosmos, jamás la Divinidad
ofrece un tonel de agua para el que sólo puede soportar el contenido de una copa. Los hombres
suelen perderse por los laberintos oscuros del raciocinio buscando la Verdad y la Gloria a través de
procesos complejos y esclavizando la Razón ante las formas transitorias, mientras a su lado se
encuentra la copa de agua fresca del Evangelio, capaz de saciar la sed humana. Mal comprenden
ellos que Jesús codificó en lenguaje simple y de adecuada ejecución el Pensamiento y la Gloria del
Cristo Planetario.
Pregunta: ¿Existe alguna referencia bíblica que nos indique que el Cristo es un espíritu
planetario, y no el propio Jesús de Nazaret?
Ramatís: Conforme hemos dicho, cada mundo tiene su Logos o Cristo planetario, sea la Tierra,
Marte, Júpiter, Saturno o Venus. De acuerdo a la graduación espiritual de sus habitantes o
humanidades "tendrán mayor o menor absorbencia del aura de su. Cristo, que a veces, es señalado
con bastante acierto por los astrólogos en el estudio de sus cartas zodiacales colectivas. Cuando más
evolucionada es la humanidad de un orbe, más accesible es a la recepción y vibración espiritual de
su Arcángel planetario, pues sienten íntimamente su influencia benefactora y tienden hacia las
realizaciones superiores.
Mientras tanto, cuando llega la época tradicional del "Fin de los Tiempos" o de la selección
espiritual en los planetas, promovidos para un mejor padrón evolutivo, se inicia la separación
simbólica de las ovejas y los lobos, del yuyo y el trigo. Entonces, los espíritus reprobados son
considerados como a la izquierda de su Cristo planetario, o sea, a la izquierda del Amor.
Rápidamente son exilados hacia otros orbes inferiores, cuya vida inhóspita se afina a sus contenidos
espirituales violentos, agresivos y despóticos, que es propio de una graduación inferior. Esa
emigración constante de un mundo hacia otro generó la leyenda bíblica de la "caída de los ángeles",
oespíritus talentosos, astutos y orgullosos que invierten las actividades del Bien por el abuso del
poder y los privilegios en sus 'existencias planetarias.
Juan Evangelista, en el Apocalipsis, deja entrever sibilinamente que Jesús es una entidad y el
Cristo otra, cuando dice: "Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la
virtud y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos
ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche", XII -10. Juan se refiere,
indirectamente, al Cristo Planetario de vuestro orbe de donde es arrojado Satanás, después de la
profética selección espiritual, o sea, simbolizando la comunidad de espíritus rebeldes al Amor de su
Cristo.
Cuando llega la época de "Fin de Los Tiempos" o de limpieza astralina de un orbe, entonces
comienza la emigración de los espíritus tenebrosos y rebeldes que infestan el aura y reducen la fre-
cuencia vibratoria de la luz crística proveniente del interior. Una vez apartados, es obvio que el
planeta se muestra menos denso en su contextura astralina, aflorando mayor cantidad de Luz de su
Cristo planetario en el ambiente seleccionado. Esa operación dirigida por la Técnica sideral, Juan la
enuncia en el Apocalipsis, cuando dice: "el poder del Cristo fue restablecido después de la expulsión
de Satanás". Usando un ejemplo rudimentario, diríamos, que la simple videncia de limpiar el polvo
acumulado sobre la pantalla de una faenara, le permite proyectar mejor luz a su alrededor. Por eso, la
"Segunda venida del Cristo" ha de ser realizada por la vía interna del espíritu del hombre, y no como
lo describe la mitología religiosa, pues cuando más se sensibiliza la persona, mejor puede asimilar la
luz espiritual de su Cristo.
Por consecuencia, el divino Logos o Cristo planetario siempre actuó y lo hizo a través de Moisés,
Krisnha, Isaias, Zaratustra, Zoroastro, Buda, Mahoma, Confucio, Fo-Hi, Anfión, Numú y otros tantos
instrumentos humanos. Pero Jesús fue el mejor y fiel intérprete del Cristo planetario en la Tierra, pues
al completar los 30 años de edad física, cuando bajaba sobre su cabeza la paloma simbólica del
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