Administración Sideral escogió el signo de Piscis y la conjunción de Saturno, Júpiter y Marte para
señalar el advenimiento de Jesús a la tierra, porque esa feliz combinación astrológica y planetaria
proporcionaba una influencia agradable sobre la humanidad. Finalmente, así como no escogeríais la
Navidad para recordar los hechos trágicos, los Mentores Espirituales sitúan en su calendario sideral
los eventos buenos, bajo las influencias astrológicas propicias y los malos bajo las combinaciones
aciagas.
Pregunta: Considerando que Jesús era un Espíritu puro, ¿por qué no podía vencer la "impureza"
de las vibraciones terrenas, sin el recurso de la buena influencia o de la higienización del aura del pla-
neta, bajo las conjunciones astrológicas favorables? ¿Las vibraciones espirituales superiores no
sobrepasan las frecuencias vibratorias inferiores del orbe terráqueo?
Ramatís: Repetimos: Jesús es un espíritu excepcional, un "Avatar", es decir, está más allá de los
deseos y particularidades humanas; es la Entidad importantísima que sobrepasa al valor dado a una
reunión de planetas circunscriptos a un sistema y con vida transitoria en el Cosmos. Además,
cualquier hombre es mucho más importante para Dios que el más fabuloso sistema planetario, pues
el hombre "piensa" y los planetas son la sustancia que apenas les sirve de morada. Esa combinación
astrológica tan rara fue un toque psíquico estimulante para las criaturas en general, una vibración
favorable para el éxito de las actividades cristianas. No fue establecida especialmente para ese fin,
sino que fue "aprovechada" para el evento espiritual superior.
Por lo tanto, es incuestionable que la vibración espiritual de Jesús es muy superior al magnetismo
cósmico o terráqueo "impuro" y jamás necesitaría depender de las situaciones planetarias favorables
para ejercer su mesianismo redentor. El hecho que los Directores Siderales escogieran circunstancias
y condiciones magnéticas favorables para su advenimiento en la materia, no implica considerar que
para encarnar debía estar sujeto a esa manifestación, pues Jesús ya había realizado lo peor, es
decir, había transpuesto la fabulosa distancia vibratoria que separaba su mundo espiritual con la
pulsación letárgica de la materia. Jesús no era un pecador en busca de su redención espiritual en el
mundo tierra, sino un sublime Instructor en misión de esclarecer a los terrícolas, obviamente que
merecía la mejor asistencia posible para la consecución de su obra. Un profesor puede suministrar
lecciones a sus alumnos, aunque sólo vista un ligero traje de lino en la rigurosa mañana de invierno,
pero es muy lógico, que se habría de sentir mejor y produciría mucho más, si vistiera un grueso traje
de lana. Jesús también podía enseñar con éxito a los habitantes de la tierra, aunque estuviera
sumergido en un impuro campo fluídico. Mientras tanto, tratándose de un Maestro inconfundible y
digno del mayor respeto, sus lecciones fueron más provechosas porque lo alto lo situó en un campo
astronómico favorable a la sensibilización psíquica de sus alumnos terrícolas.
Además, lo puro o lo impuro en la concepción humana, son apenas dos palabras que intentan
definir circunstancias relativas, cuya existencia no depende de tales palabras. ¿Qué son las
palabras? ¿No es la tentativa del hombre para definir las cosas que existen y existieron antes de sus
propias palabras?
Pregunta: Finalmente, ¿cuál fue la naturaleza característica de la influencia del signo de Piscis
sobre Jesús, su obra y sus apóstoles?
Ramatís: Como un signo dura 2.160 años y el advenimiento de Jesús se hizo hace 2.000 años,
es decir, después de haberse iniciado el signo de Piscis; entonces la humanidad del Tercer Milenio ha
de vivir bajo la influencia de otro signo, que ha de ser Acuario. Bajo ese signo los hombres tienden a
desenvolver la mente y a consolidar definitivamente las cualidades cultivadas bajo el signo de Piscis.
El lenguaje poético de la Astrología dice así de los hombres nacidos bajo el signo mencionado; "son
profundamente emotivos, irradian simpatía, aunque sean rudos o débiles; inquietos, se interesan por
la vida psíquica; son receptivos a los mensajes elevados, hospitalarios y desinteresados; son
románticos, soñadores y reconocidos como médium; sufren y se amargan cuando ofenden o
perjudican a alguien; pueden hablar de primera intención sobre el ideal superior, pero corrigen sus
indecisiones, y a veces lo hacen a costas de su propia vida".
Aunque consideremos que tales cualidades debieran ser el patrimonio de la generalidad de los
individuos, antes de la influencia de un signo astrológico, como el de Piscis, lo cierto es, que tanto los
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