En el caso de Jesús, se trataba de una entidad emancipada, más allá de la evolución del sistema
solar, era una conciencia de muy elevada espiritualidad, que no podía reajustarse fácilmente a la ge-
nética humana. Como hacía muchos milenios que no ejercía su poder espiritual sobre los planos
intermediarios y la superficie terrena, necesitaba de un plazo bastante prolongado para efectivar su
descenso a través de las carnadas o zonas intermedias de los planos que obedecen al periespíritu.
Entonces, para alcanzar la materia en su forma más grosera tuvo que someterse a un proceso de
reducción vibratoria periespiritual, para ajustarse al metabolismo biológico de un cuerpo carnal. Jesús
no podía ligarse rápidamente a la sustancia grosera de la carne, antes que la Ciencia Divina le
proporcionase el camino favorable y las providencias indispensables para un ajuste gradual a la
frecuencia común de la tierra.
Pregunta: Esas providencias que manifestáis, ¿fueron previstas con mucha anticipación?
Ramatís: En verdad, la manifestación de Jesús en vuestro mundo se efectuó de acuerdo a un
plan minuciosamente previsto por la Ingeniería Sideral, donde se proyectaron las etapas de su
descenso y necesidades en la vida física en lo tocante a la selección de los apóstoles y discípulos
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Todas las cosas fueron estudiadas para su ejecución en el "tiempo psicológico" para su mejor
aprovechamiento en la estadía terráquea del Maestro junto a la humanidad. Pero, aunque la tarea
mesiánica estaba muy bien preparada por lo Alto, Jesús tenía que concretarla con su capacidad,
inteligencia, renuncia y aun por su resistencia orgánica para no sucumbir antes del plazo fijado. No
debía someterse a un determinismo fatal que lo transformara en un simple autómata, movido por los
"hilos" del mundo oculto, sino, por todos sus recursos espirituales a fin de cumplir el programa
trascendente que aceptara en su conciencia.
A pesar que le fueron programadas las fases de mayor importancia para su existencia terráquea,
apenas fue, la coordinación de los hechos de mayor relieve respecto a la sustentación de la obra
evangélica, sin anular su esfuerzo propio.
Con exactitud maravillosa en el "tiempo psicológico" programado por la Dirección Sidérea, Jesús,
el Verbo de Dios, abrió los ojos a la vida humana en el planeta Tierra, y a medida que desenvolvía
sus aptitudes en su cuerpo carnal, aumentaba paralelamente su responsabilidad espiritual.
Felizmente, el mecanismo sideral funcionaba a gusto, aunque sus responsables enfrentaron
problemas graves, imprevistos, como así también, las peligrosas celadas tendidas por los espíritus
satánicos. Gracias al esfuerzo y dedicación, incomprensibles para los terrícolas, el Sublime
Peregrino, descendido de las regiones paradisíacas, alcanzó el orbe terreno en el tiempo previsto.
Asumiendo la posesión de su delicado instrumento carnal, Jesús inició su viaje mesiánico por el
desierto de la incomprensión humana, terminando por sacrificar su vida para redimir a sus hermanos
encarnados.
Desde la formación del planeta tierra los Sociólogos Siderales previeron en el esquema evolutivo
del orbe, y en el tiempo exacto, el "descenso" de cada instructor espiritual, cumpliendo con los gran-
des eventos de la humanidad. Pero en el desarrollo de ese plan educativo y redentor marcaron la
época de la conjunción de Saturno, Júpiter y Marte, en el signo de Piscis para la cobertura vibratoria
que señalaría el descenso del mayor de los avatares, como lo fue Jesús. Entonces, la conjunción
etérica de los tres astros ofreció en la bóveda celeste un "tono vibratorio" o suavidad astralina que
predisponía a los hombres a la expectativa de "algo" sublime y lleno de esperanzas. El excelso
esponsalicio de Jesús con la tierra, en esa época, y la efusión etérica, astralina y mental de las
humanidades evolucionadas de esos planetas, esparcían una vibración espiritual de naturaleza
pacífica, de tierna emoción y misteriosa ansiedad sobre los hombres.
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Pregunta que se le hizo a André Luiz por parte de los espiritas: "¿Todas las reencarnaciones, aun la de los seres
inferiores, obedecen a un plan detallado por parte de los administradores espirituales? Respuesta: Existen renacimientos
casi automáticos, principalmente cuando la criatura permanece en contacto con la animalidad, pero se debe entender, que
cuanto más importante es el encargue de su trabajo espiritual junto a la humanidad, más dilatado y complejo es el
planeamiento de su reencarnación". Extraído de la Agenda Espirita 1964, Pregunta Nº 25, del Capítulo "Reencarnación" y
"Entrevistando a André Luiz". Obra del "Instituto de Difusión Espirita Brasil", Araras, S.P.
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