Capítulo XXIX
PRISIÓN Y JUZGAMIENTO DE JESÚS
Pregunta: Históricamente se halla ligado el Huerto de los Olivos a la vida de 'Jesús, ¿nos podéis
dar algunas referencias al respecto?
Ramatís: El Huerto de los Olivos, también se conoce por el Bosque de los Olivos, o Jardín de
Gethsemaní en Jerusalén; era un pequeño establecimiento agrícola donde se experimentaban
plantaciones de todo tipo, como ser variadas especies de flores, y vegetales, para el consumo casero
y aplicaciones terapéuticas, además de las especies destinadas a la industria. Allí se plantaban
semillas que provenían de todas partes, como ser de Ceilán, Egipto, Armenia, Persia, India, Galia,
Siria, Grecia y también Roma. Pero, la especie más cultivada era la oliva que producía la aceituna y
el aceite bajo el proceso de prensas primitivas. Los olivares daban muy buenos resultados para los
arrendatarios del Huerto de Gethsemaní, y que en aquellos tiempos era de la familia de Jeziel y sus
viejos amigos de Galilea.
Ambos lados del Huerto estaban cubiertos por pequeños grupos de olivares, de sombra
agradable, siendo preferido por los forastero» que acampaban por las inmediaciones. Desde la granja
había una distancia aproximada de 70 u 80 metros, los cuales estaban llenos de caminitos y
cantidades de canteros, los que individualmente contenían una especie distinta de vegetal.
Del lado opuesto de Jerusalén, en la parte baja del Jardín de los Olivares, nacía el valle de
Cedrón, hacia donde corría la sangre de los animales sacrificados en el templo, en dirección al río
Siloé, a través de surcos que daban repugnancia. El terreno era fértil y bien preparado por los
cuidadores de Jeziel, en base a los abonos que se elaboraban casi al final del Huerto. En esas tierras
se cultivaban las flores preferidas por la aristocracia judaica y romana, como también las especies
que solo se utilizaban para ofrendar al templo.
Desde la cima del hermoso Jardín se podía ver al río Jordán, zigzagueando como una hermosa
serpiente plateada entre el verde claro y el color oscuro de la planicie; a la distancia descansaba el
Mar Muerto remarcado por las colinas de Galilea, y centelleaban los lagos besados por las caricias
del sol. Entre las hermosas flores y los canteros de especies raras y olorosas, Jesús descansó sus
últimos días; en el mundo, ya fuera preparándose para el término trágico y mesiánico de su obra, o
para despedirse de la misma naturaleza que tanto bien le había prodigado y que él tanto amaba. El
Señor le concedió el deseo de grabar en su retina espiritual y antes de la crucifixión, los contornos
familiares de las montañas, de los caminos y de los lagos, que le habían servido de tribuna para
predicar el Evangelio redentor.
Pregunta: ¿Cómo transcurrieron los últimos días de Jesús en el Jardín de los Olivos? ¿Tiene
semejanza a lo narrado por los evangelistas?
Ramatís: El día jueves Jesús se sintió muy complacido por la visita de algunos fieles amigos que
lo entrevistaron muy pesarosos, por temor a lo que pudiera pasarle, pues las noticias provenientes de
la ciudad eran por demás desagradables. Entre ellos se encontraba Simón de Bethania y su pariente
Eleazar, mensajeros fraternos de María, Sara, María de Mágdala, Verónica, Juana, Salomé y demás;
mujeres que deseaban visitarlo en el Huerto de Gethsemaní, pues estaban ansiosas de calmar sus
corazones ante las noticias poco agradables que hasta ellas llegaban. El Maestro pidió a Simón que
le escuchara atentamente, diciéndole que se retraía a todo contacto emotivo y sentimental, pues
sentía que se debilitaban sus fuerzas psíquicas y necesitaba prepararse para los acontecimientos
venideros.
Simón trató de animarlo con argumentos optimistas, pero Jesús insistió que había llegado su
hora, pues muy pronto sería llevado ante el tribunal de la Justicia del mundo para dar testimonio de
su vida y confirmación a su obra, para bien y salvación de la humanidad. Recomendaba recuerdos
afectivos para Marta, fiel y querida compañera que se hallaba gravemente enferma en Bethania; se
despedía de todos sus amigos por intermedio de Simón y predecía un feliz encuentro para el futuro
en el Reino de Dios. Simón tenía los ojos cubiertos de lágrimas, mientras miraba a Jesús con
187