fluyó de su corazón. El silencio de la tarde saturado de colores, perfumes y poesía y el cielo cuajado
de luz crepuscular descendiendo sobre la cabellera verde de los cipreses y los erguidos cedros,
encendía matices de púrpura, oro y rosa en el hermoso escenario de Galilea, acariciada por el sol de
la tarde. Reflejaba, tal vez, el paisaje soñado por Jesús; era el plagio atrayente y sugestivo del
Paraíso, que hacía brotar de su alma la ternura, el amor y la paz del espíritu.
Entonces, el Divino Amigo de la humanidad se dejó deslizar muy despacito, hasta poner rodillas
en tierra y recostado sobre las piedras y las flores, con las manos juntas en actitud de orar, levantó
los ojos hacia lo alto y brindó su alma al Señor, en angustioso pedido donde la voluntad y el sacrificio
se confundía con el más puro y exaltado Amor hacia el género humano.
— ¡Padre! ¡Que vuestra voluntad se cumpla en mí hasta la última gota de sangre!
Era el primer vislumbre consciente de su holocausto en el Calvario; intuición viva del motivo
principal de su vida en la materia, y que el Arcángel Gabriel, su guía, aprovechó en aquel momento
de éxtasis y de sintonía espiritual para anunciarle la proximidad de sus pasos mesiánicos. Desde
aquel instante se definiría en un solo propósito y proyectaría el ideal que traía desde la cuna, meta
definitiva de su vida física. La "aguja" de su corazón apuntaba hacia el Norte del Calvario y no tenía
dudas que su obra demandaba el sacrificio de su vida en cambio de la salvación del hombre.
Al día siguiente, cuando descendió la cuesta hasta las márgenes del Tiberíades, Pedro aceptó su
invitación y dejó las redes para seguirlo. Eran los primeros pasos de su Pasión en cumplimiento de la
voluntad del Señor.
Pregunta: En base a su quilate angélico, ¿Jesús no podía prescindir de la influencia ajena,
inclusive la de su padre José? A nosotros, siempre nos pareció que él modelaba sus pensamientos y
reflexiones bajo su auto personalidad. ¿No es verdad?
Ramatís; La Técnica Sideral protegió el equipo carnal del Maestro a través de su ascendencia
biológica y por la presencia y cooperación de José; pues hasta las especies florales más delicadas,
requieren esmerado cuidado por parte del jardinero. José espíritu austero, digno y de sentimientos
elevados, gracias a su condición de padre carnal, protegió e influyó a Jesús desde la infancia y en los
primeros años de su juventud. Más tarde, el mismo Jesús demostró poseer la cautela y prevenciones
demarcadas por su padre en el contacto con los seres humanos cuando advirtió a sus discípulos:
"Sed mansos como las palomas, pero prudentes como las serpientes".
Aunque el corolario de la obra de Jesús previera su sacrificio en la cruz, lo Alto lo protegía
celosamente para que no hubiera truncamiento en su misión en favor de la humanidad.
He ahí el por qué, su cuerpo carnal debía ser el fruto de una estirpe ancestral seleccionada y
sana, así como el artista sensible y genial debe usar un instrumento perfeccionado para poder
transmitir hermosas melodías. Su organismo funcionaba en perfecto y saludable equilibrio
"psicofísico". Sus angustias, inquietudes o fugas inesperadas, que tanto sobresaltaban a José y a
María eran el fruto de la tensión orgánica que le exigía enormes esfuerzos para que su cuerpo
pudiera resistir el fabuloso potencial angélico, que incidía sobre las órbitas electrónicas de las células
y en los intersticios de la red nerviosa.
Pregunta: Nos podéis decir, ¿por qué siendo Jesús de tan elevada graduación espiritual,
necesitaba de un cuerpo carnal de elevada selección biológica?
Ramatís: Un cuerpo ciego, mudo o deformado es un instrumento ineficaz para servir a un ángel
descendido de los cielos; como lo era Jesús. También es verdad, que hay criaturas de buen
temperamento espiritual que logran superar sus defectos físicos o deficiencias del medio donde
encarnan, y que realizan cosas que asombran y desafían a los más sanos
1
. Pero, Jesús encarnó
para cumplir con un trabajo de magnitud colectiva, donde la salud y la perfecta resistencia orgánica
eran fundamentales para su cabal desempeño en la tarea a realizar, que además le exigiría actividad
dinámica sin el menor desfallecimiento. Por otra parte, no era un espíritu con proceso de rescate
kármico. Por consiguiente, es lógico, que su cuerpo debería ser un instrumento de ascendencia
biológica excepcional.
También, debéis saber, que el cuerpo humano se constituye de grandes aglomerados de seres
119