Ramatís

Pregunta: Considerando que el cáncer es el fruto de la pur-

gación ineludible de los venenos adheridos al periespíritu, los 
tratamientos profilácticos y preventivos para su curación, así 
como la edificación dehospitales para cancerosos, ¿no sería pro-
videncias inútiles e infructuosas, que más bien impedirían el 
descenso providencial del morbo canceroso?

Ramatís: Esas realizaciones, son inspiradas por lo Alto, 

pues los médicos cumplen el sagrado deber de movilizar todos 
sus esfuerzos para ayudar al hombre a librarse de sus enferme-
dades y a recuperar la salud de la vida física. no les compete 
decidir si el paciente debe expurgar cualquier morbosidad del 
periespíritu, ni si merece o no alivio a su sufrimiento en la ex-
tirpación de los tumores o en la amputación de sus miembros 
cancerosos. el médico, en última hipótesis, debe socorrer al en-
fermo, aunque solamente lo haga por el simple impulso fraterno 
del “amar unos a los otros” o del “haced a los otros lo que qui-
sierais que os hicieran.

Sin duda, ha de ser la sabiduría médica —más en función 

sacerdotal, al lado del espíritu debilitado— la que ha de barrer 
el cáncer de la Tierra, y no la mayor cantidad de hospitales o de 
industrias de drogas farmacéuticas. los hospitales son iniciati-
vas loables que benefician fraternalmente a las infelices víctimas 
del cáncer, proporcionándoles reposo, alimentación adecuada, 
techo amigo y medicamentos que alivien sus cruciantes dolores. 
ante la evolución humana actual y los recursos de la Medicina 
moderna, no se justificaría la muerte del individuo canceroso 
abandonado en las cunetas de las calles, como todavía sucede 
hoy en ciertas regiones del asia.

es necesario ayudarlo a entregar su alma al Padre, prote-

gido del hambre, del frío y de la lluvia, suavizando sus atroces 
dolores. a pesar del acerbo sufrimiento provocado por el cáncer, 
justificado por la condición científica de la recolección kármica 
del espíritu, que determina la rectificación de los errores pasa-
dos hasta el pago del “último céntimo”, lo cierto es que el amor 
inspirado en los sublimes preceptos de Jesús, debe movilizar 
siempre todos los esfuerzos humanos, para aminorar el dolor 
del semejante.

Pregunta: ¿Queréis decir que la mayor parte de los cance-

414