Fisiología del Alma 

se efectúa en los charcos del astral inferior o al transferirse al 
cuerpo carnal, es que se produce el dolor y el sufrimiento desa-
gradable, pero siempre saludable y beneficioso al alma. Por esa 
razón, ciertas religiones enseñan que el alma sólo alcanza el cielo 
después que pasa por el purgatorio, debiendo expurgar de sí las 
costras perniciosas que el periespíritu, obscurecido por el peca-
do, adquiere en sus desequilibrios psíquicos. Solamente después 
de mucha decantación astralina en el Más allá o de encarna-
ciones de expiación en la materia, es que los espíritus se libran 
de la carga tóxica milenaria, que existencia tras existencia se 
transmite en un fenómeno de verdadera hereditariedad psíquica.

PREGUNTA: – ¿Cómo podríamos entender mejor esa here-

ditariedad psíquica que transmite la influencia enfermiza de 
una existencia a otra?

RaMaTÍS: – la transmisión psíquica es posible a través 

de lo que llamaremos el “átomo-simiente”, el elemento inmortal 
que preexiste y sobrevive a todas las muertes corporales, muy 
conocido por los ocultistas y los teósofos. es el precioso e in-
destructible resumen de la memoria etérica-sideral del espíritu, 
que guarda en su intimidad la síntesis micro-psíquica de la vida 
mental y astral del alma, registrada desde los primeros bruju-
leos de su conciencia individual.

durante cada nueva encarnación, el átomo-simiente activa 

las energías intermediarias entre el espíritu y el nuevo cuerpo 
físico, responsabilizándose con la manifestación legible de su con-
ciencia en la esfera material, y simultáneamente en el mundo es-
piritual. Se encarga de plasmar en la nueva encarnación el verda-
dero temperamento psíquico inmortal del alma, ajustándole sus 
virtudes y pecados, así como el bagaje tóxico, puesto que conser-
va en estado latente todos los impulsos y tendencias anteriores. 
después de la muerte del cuerpo físico, se desata en la plenitud 
del Más allá, consolidando la configuración inmortal del peries-
píritu. es la seguridad de la estructura consciente de la individua-
lidad espiritual, obrando en el mundo de las formas, en el seno de 
la Conciencia del Creador; es el registro definitivo de los hechos 
vividos por el alma en las caminatas del mundo carnal.

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