Fisiología del Alma
en sus existencias en la Atlántida y otras civilizaciones contem-
poráneas, manejando energías agresivas en provecho propio y
para vengarse, por medio de las operaciones de magia negra.
ese eterismo astral, muy inferior y tóxico, se incrustó en el pe-
riespíritu de los agentes y mandantes de operaciones viles, y por
tal motivo, cuando por ley de causa y efecto, el espíritu culpable
necesita agotarlo por medio de la materia, el cuerpo físico fun-
ciona como un papel secante absorbente de la energía dañina, de
lo cual resultan los cuadros dolorosos de la patología cancerosa.
Cuando más débiles sean ciertos órganos o regiones del
cuerpo físico de esos individuos, tanto más se desarrollará el
estado canceroso. Y como el alcoholismo debilita las defensas
orgánicas, la energía áspera y latente incrustada todavía en el
periespíritu como residuo nocivo de vidas pasadas, baja vibra-
toriamente y se condensa en la carne, atraída por la fuerza de
gravedad de la materia. He ahí por qué es más frecuente el cán-
cer en el estómago en los alcohólicos, pues se trata del órgano
más directamente alcanzado por el corrosivo vicio.
lo mismo ocurre en el caso de la cirrosis en el hígado, pues
aunque se origina por causas que no sean del alcohol — ya han
sucumbido de ese mal niños, mujeres y hombres abstemios —
entre los borrachos es provocada por el alcoholismo. Rene laen-
nec, el descubridor de la auscultación médica y fundador de la
medicina anatómico clínica, verificó que el 90 % de los casos
de cirrosis hepática eran motivados por el alcoholismo. el alco-
hol penetra casi totalmente en la delicada estructura del hígado,
haciéndolo degenerar e ingurgitar por la proliferación grasosa
que pasa a constreñir las venas oriundas del intestino. Bajo tal
presión, la sangre es obligada a filtrar su parte líquida en la re-
gión del vientre, surgiendo entonces la “ascitis”, molestia más
vulgarmente conocida como “barriga de agua”. los casos más
frecuentes de hidropesía, son también debidos a la dificultad del
organismo para eliminar a tiempo la orina. el líquido se infiltra
entonces por los tejidos del cuerpo y sobrecarga la sangre de
toxinas que después no pueden ser expulsadas, provocando la
uremia. el alcohol es uno de los factores que producen esos casos.
PREGUNTA: – En ciertos casos, nuestra medicina prescri-
155