Ramatís
que cualquiera de las empresas dirigidas por los administra-
dores del mundo material. A pesar de las severas críticas que
pesan sobre los relatos y acontecimientos descriptos en la Biblia
y que son atribuidos a la palabra de Dios, la verdad es que se
trata de un verdadero derrotero que orienta en la forma mejor
posible a los espíritus encarnados.
[5]
En la conformación de la Biblia participaron varios mé-
diums
de elevada espiritualidad, acreditados profetas, que
participaron otrora en épocas pasadas con gran relieve, donde
Juan, el más avanzado, predice a través de su mensaje apocalíp-
tico. Algunos de esos profetas o médiums del Viejo Testamento
retornaron a la tierra en varias oportunidades, para reajustar
las viejas profecías a nivel de las realizaciones científicas y del
progreso de la tecnología moderna.
Sin embargo, sería bastante injusticia e incoherencia que-
rer exigir, por parte de los puristas y exegetas de la actualidad,
aquello que lo Alto transmitió hacia la tierra, hace más de 2.000
años, y que no tuviera cualquier tipo de residuo humano por
parte de sus intérpretes, como en verdad sucedió con la Biblia.
Sin duda alguna, fue un esfuerzo bien intencionado y poco co-
mún dentro de la época, porque bajo los atropellos, perversi-
dades, venganzas y costumbres censurables de las narraciones
bíblicas, se encuentran expresados los derroteros espirituales y
las exhortaciones que inducen hacia un mejor comportamiento
espiritual de la humanidad. Además, ya hemos manifestado en
otras oportunidades, que si “vuestra humanidad actual, preten-
diera escribir su Biblia y adoptara la misma franqueza y simpli-
cidad infantil con que el pueblo judío lo hizo, se editaría el más
inmoral y bárbaro tratado sobre la historia de la humanidad,
pues deberían explicar las peores calamidades e ignominias re-
ligiosas que el hombre haya practicado en nombre de Dios, que
harían erizar los cabellos al menos sensible de los seres huma-
nos”.
[6]
En consecuencia, la Biblia debe admitirse como un vehí-
culo gráfico de comunicación del Señor a través de los mismos
hombres. Y por ser una obra humana e inspirada por Dios, debe
5
Ver el capítulo V “El Valor de la Profecía” de la obra Mensajes del Astral, de
Ramatís, 3ª edición, Editorial Kier S.A., Bs. As.
6
Ver el capítulo X de la obra La Misión del Espiritismo, de Ramatís.
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