Ramatís
planetarios. Siendo así, cuando los marcianos, jupiterianos, sa-
turninos o terráqueos se encuentren viviendo en sí mismos el
amor de su Cristo planetario, cuya segunda venida se realiza
por medio de la “vía interna” del corazón, entonces son hombres
crísticos, cuyo amor es un constante flujo, que no tiene fronteras
oestados de separación alguna.
Mientras el hombre crístico se transforma, cual miniatura
de la manifestación del Amor Crístico de Dios, que concentra en
sí mismo la pulsación de su Cristo Planetario, vive ese sublime
principio más allá de cualquier simpatía, preferencias religio-
sas o espiritualistas, mientras que el hombre cristiano aún es
un diferenciado en el mundo que vive. En verdad, se mueve y
acciona bajo el control remoto de su creencia, doctrina o filo-
sofía espiritualista, es decir, sus actos y reacciones espirituales
se hallan afectadas por el filtro específico y limitado del credo
que cultiva o que lo acondiciona. Vive en una forma que jamás
traspasa el pensamiento, la opinión o la concepción avanzada
de sus sacerdotes, jefes espiritualistas, así como también, orto-
doxos conductores espiritas.
Pregunta:
¿El hombre crístico es el prototipo del hombre
universalista?
Ramatís:
Naturalmente, puesto que el hombre crístico, es
como una pulsación humana y divinizada por el Cristo de su
orbe, dado que no tiene fronteras ni piedras religiosas que le
impidan caminar; es una constante realización viva, nutrida por
el Amor’ Crístico y puesta de manifiesto sobre la superficie del
planeta. Es universalista por que no tiene particularidades re-
ligiosas ni se somete a liderazgos doctrinarios. Nada lo diferen-
ciará, puesto que las sectas son como verrugas en el cuerpo del
Cristo, mientras que éste se manifiesta a través del amor.
El hombre crístico ama y respeta, sirve y ampara a todos
los credos, movimientos espiritualistas e iglesias religiosas por-
que entiende que los demás hombres también buscan el Amor
de Dios, y él siente ese gozo inefable en sí mismo. Es un amor
tan sublime e inagotable como la fuente de agua cristalina. En
consecuencia, el sacerdote católico, pastor protestante, líder es-
pirita o jefe umbandista, son cristianos porque el fundamento
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