El Evangelio A la Luz del Cosmos
cancerígena, al ser fundamentalmente fluídica y menos física,
muchos casos han conseguido rotundo éxito bajo la terapia de
las oraciones, y pases magnéticos de procedencia mediúmnica.
Pregunta:
¿Podríais ofrecernos algunos ejemplos más, que
obedezcan al estado pecaminoso del hombre, a su deterioro pe-
riespiritual y sus futuros renacimientos anómalos y congénitos?
Ramatís:
Cuando el espíritu en un acto descontrolado co-
mete “suicidio”, secciona prematuramente el “hilo de la vida” o
de la conocida “onda de vitalidad”, cuyo prana o soplo de vida,
la Técnica Sideral demarcó a cada persona hasta determinada
edad física.
En esa “onda de vida” se encuentra incluida la energía men-
tal que da origen a los pensamientos y raciocinios humanos,
como la sustancia astralina destinada a alimentar o promover
las emociones, pasiones y sentimientos del espíritu, que se ma-
nifiesta en el mundo material. En consecuencia, el suicida lo
único que hace es cambiar su forma de vida psíquica, pero ja-
más la anula. Antes pensaba, sentía y accionaba plasmando su
actividad en el torbellino de los hechos materiales; después del
suicidio o muerte prematura, la fenomenología no termina, muy
al contrario, continúa proyectándole los efectos en forma más
intensa y drástica en la tela sutil de su periespíritu, en la vida
imprevista en el Más Allá de la tumba. El hecho alocado del
suicida no elimina la vida del espíritu desesperado, sólo des-
vía la proyección normal y provechosa que hacía en el mundo
material. Por ello, infelizmente, ha de sufrir atrozmente la esce-
na última que dio lugar a tamaño error, quedando focalizada
permanentemente en su periespíritu tanto tiempo, como sea la
cantidad de años que debía seguir viviendo en la tierra y que
estaba demarcado por la Ley Suprema.
Pregunta:
¿Nos podríais explicar mejor ese acontecimien-
to?
Ramatís:
Suponiendo que determinado espíritu se auto eli-
mina a los 40 años de edad, pero bajo la planificación sideral
debería vivir en la tierra hasta los 60 años, entonces pasará a
sufrir ininterrumpidamente en la tela mental de su periespíritu,
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