El Evangelio A la Luz del Cosmos
vegetales, insectos, reptiles, animales y el mismo hombre, po-
seen un duplicado luminoso constituido por éter físico, irrigado
constantemente por el prana y en la medida específica y necesa-
ria a cada uno, que lo transforma según su voluntad.
Durante el proceso en que el periespíritu acciona en direc-
ción hacia la materia, a través del doble etérico, conformando
el cuerpo físico del hombre, el prana es el divino cimiento que
une todas las piezas y definitivamente modela la figura del ser
humano. De ahí la importancia que el hombre cuide de la salud
de su cuerpo físico, pues los vicios del tabaco, alcohol, estupefa-
cientes y alimentación carnívora, bajan las condiciones práni-
cas
del doble etérico y dificultan la comunicación del espíritu
con la vida física. Además, el prana atiende a otras actividades
relacionadas con la intimidad del hombre, inclusive a las que
corresponden a las operaciones mentales y emotivas, que reci-
ben la vitalización pránica en frecuencias más o menos inten-
sas.
Pregunta:
Conforme deducimos por vuestras expresiones,
las anormalidades o desequilibrios, que afectan al periespíritu
son causados por los “pecados” que son tan censurados por los
religiosos, ¿no es verdad?
Ramatís:
Bajo el análisis de los cuadros específicos de la
patogenia sideral, los “pecados” son estados que el espíritu po-
see, y que ponen en acción a los fluidos densos e inferiores, que
afectan la delicada contextura del periespíritu, que preexiste al
organismo físico. La Vida del universo, visible o invisible a los
sentidos del hombre, se encuentra regida por indescriptibles
formas de energías que funcionan en diferentes fajas y frecuen-
cias vibratorias.
Cuando esas energías se densifican hasta constituir la ma-
teria debemos considerar que se ha confeccionado la vestidura
exterior de Dios; aquellas se encuentran configuradas por las
galaxias, constelaciones, planetas, asteroides y partículas side-
rales-Mientras tanto, en la intimidad de ese universo material,
se mantienen las fuerzas en su original acción energética, que
activan y alimentan el mínimo destello de la mente humana y
alcanzan hasta la conciencia inmensurable y omnisciente de un
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