Ramatís
tado vital del conjunto. Las irradiaciones que emanan del doble
etérico en concomitancia con los órganos físicos de la persona
humana, permiten a los buenos radietesistas efectuar diagnósti-
cos prematuros, señalando con bastante antecedencia los futu-
ros males que aún pueden suceder a las personas examinada.
[12]
Pregunta:
¿Cuál es la función más importante que cumple
el doble etérico?
Ramatís:
La más preciosa función y responsabilidad que
posee el doble etérico es la de absorber y distribuir equitativa-
mente al organismo físico, la energía divina, que interpenetra a
todo el universo, que es el elemento más cualitativo e importan-
te para la vida en todos los planos y latitudes cósmicas, conoci-
do hace muchos milenios por los Maestros de la Espiritualidad,
que accionan sobre la tierra. Esa energía creadora, que se halla
presente en todas las manifestaciones de la vida, es el Prana,
también conocido como “Soplo de Vida”.
Pregunta:
¿Qué nos podéis decir sobre ese elemento llama-
do Prana o “Soplo de Vida”?
Ramatís:
El “Génesis” cita ese elemento cuando dice “Dios
sopló la Vida”, es decir, lo más necesario y con poder creador
en el universo, el poderoso estimulante que aumenta las pro-
porciones del oxígeno a fin de mantener la Vida, que es trans-
formación. El prana activa la calidad y no la cantidad de la
vitalidad, fenómeno éste que se puede observar en los iniciados
que practican correctamente la respiración yoga.
El prana es conocido como “Soplo de la Vida” desde los
viejos tiempos de los atlantes, incas, celtas, aztecas, etruscos,
caldeos, egipcios, babilónicos, hindúes y chinos, y en la era mo-
derna por los rosacruces, teósofos, yogas, esoteristas y algunos
espiritas menos ortodoxos. Además de accionar como verdade-
ra conexión entre los átomos y electrones a fin de constituir el
organismo de los seres y las cosas, ese prana es dirigido por la
inteligencia cósmica instintiva, que le proporciona cierta orien-
tación bajo la Voluntad Divina. Siendo así, todas las cosas, seres,
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Véase el capítulo “Los Charcos de Fluidos Nocivos del Astral Inferior”, de la
obra La Vida Más Allá de la Sepultura, de Atanagildo, supervisada por el Maestro
Ramatís.
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