El Evangelio A la Luz del Cosmos
lo mismo sucede con el hombre que es nacido del Espíritu”?
Ramatís:
El Maestro Jesús comunica en esa conceptuación
evangélica, el poder ilimitado que posee el Espíritu, que al ad-
quirir y ampliar la conciencia de sí mismo, también dispone de
sus poderes divinos e incomunes. “El espíritu sopla donde quie-
re”, pero es necesario que desarrolle su poder sobre el mundo
transitorio y limitado de la materia.
De esa forma se capacita para aplicar sus poderes micro-
cósmicos, tanto como le fuera posible abarcar el área cósmica
de su acción individual. Si se subentiende, que “el reino de Dios
está en el propio hombre”, consecuentemente, a medida que el
hombre multiplica sus experiencias y desarrolla su sabiduría y
poder creador, también usufructúa los valores divinos e intrín-
secos de Dios.
El Maestro, al enunciar que “oye su voz y no sabe de dónde
viene”, se refería particularmente a la tradicional búsqueda de
Dios, que el hombre tradicionalmente efectúa en su camino de
conciencia eterna. Las criaturas sienten, perciben o presienten,
que existe un poder absoluto y eterno más allá del hombre, cuya
“Voz” podemos oírla a través de la facultad sublime de nuestro
espíritu, que es la “Intuición”. Pero, difícilmente sabernos de
“donde viene”,
porque jamás nadie pudo conocer o describir
la naturaleza de Dios; por ello, no saben de “dónde” proviene y
hacia dónde va esa voz”. Todos nosotros suponemos que existe
Dios, pero ninguno sabe de dónde “viene y hacia dónde va el
Espíritu”. Y Jesús trató de advertirnos que la carne es una cosa
y el espíritu otra, porque el cuerpo procede del cuerpo, mas
el Espíritu sólo proviene del Espíritu, que es eterno y por ello
sobrevive al cuerpo físico. Jesús nos confirma que la existencia
física no es más que una de entre tantas vidas físicas y que en-
cadena al espíritu en la rueda implacable de las encarnaciones.
Pregunta:
¿Qué interpretación debemos dar al concepto
que dice: «El reino de los cielos es tomado por la violencia*, y
son los violentos los que lo arrebatan»?
Ramatís:
Es evidente que Jesús no podía ser entendido por
los hombres de su época mesiánica respecto al contenido eso-
térico de sus enseñanzas morales y científicas. Sin embargo, el
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