Ramatís
tegración del estado materia, es decir, el fenómeno regresivo de
liberación energética en la fase denominada “noche de Brahma”
[2]
. Ahora, la ciencia moderna y astronómica admite la teoría del
Universo Oscilante o Pulsante, conforme la tesis del científico
George Gamov, que se aproxima bastante al esquema tradicio-
nal y milenario de los “Manvantaras” de los hindúes
[3]
.
Sucesivamente, después de cada “Manvantara” o “Gran Pía’
no”, la energía en el proceso del diástole y sístole cósmico, sufre
un impacto renovador, que la sublima y a su vez plasma nuevos
universos materia, dándoles formas encantadoras y atrayentes.
Al sutilizarse la materia en su forma tradicional, conforma los
mundos que vibran con más intensidad y que servirán para las
nuevas humanidades, en base al impulso ejercido en su intimi-
dad por el psiquismo divino. Siendo así, el actual Cosmos físi-
co presenta un mejorado aspecto, comparándolo con los otros
Cosmos ya extinguidos al procesarse los “Grandes Planos”. Los
planetas más viejos que la tierra tienen una polarización lumi-
nosa,’ que es posible observar a simple vista, dado que las cosas
y los seres vibran con más rapidez y acentuada radiación.
Pregunta:
¿Podríais extenderos un poco más respecto a que
el hombre busca a Dios aunque transite por los caminos verda-
deros o errados?
Ramatís:
Es evidente, que en la tierra, como en otros mun-
dos, los seres buscan a Dios, porque es el Alfa y la Omega de la
vida. No existe criatura, por más despreciable que sea, que no
ame alguna cosa, aunque esa cosa sea detestable o impura para
la apreciación de los demás. Bajo cualquier circunstancia, es el
impulso latente de Dios, la causa que determina el deseo, sea de
codicia o posesión. Aunque no os parezca de mucho agrado, sin
embargo, la primera manifestación de afecto, aunque sea grose-
ra o brutal, que delineó al futuro ángel, comienza en el primitivo
salvaje, cuyo flujo espontáneo y selvático es la matriz que dio
2
El sol recorre un signo zodiacal en el plazo de 2.160 años; un año astrológico
es el pasaje del sol por los 12 signos, haciendo un total de 4.320.000.000 años
terrestres, es decir, el tiempo que transcurre en un “Manvantara” o “Gran Plano”,
o “Pulsación de Brahma”, de la creación exterior de Dios. En el día de “Brahma”,
Dios desciende vibratoriamente y crea el Universo Exterior Físico, y en la “Noche
de Brahma”, lo desintegra totalmente.
3
Ver capítulo IV, “La “Gran Planificación y el Calendario Sideral” y respectivos
pie de páginas, de la obra El Sublime Peregrino, de Ramatís, Editorial Kier S.A.
213