El Evangelio A la Luz del Cosmos
Pregunta:
Nos sorprende sobremanera que el espíritu de un
hombre pueda alcanzar la indescriptible condición espiritual de
un Cristo o Arcángel Planetario, cuya función es dar vida y es-
timular el proceso creador de la humanidad de un mundo físico
bajo su control de conciencia.
Ramatís:
La importancia del espíritu no reside únicamente
en la contextura del organismo físico, que es un simple y pro-
visorio vehículo, cuya función es desenvolver la conciencia psí-
quica. El espíritu continúa en la materia con todos sus atributos
siderales, aunque se encuentren reducidos por causa del campo
denso donde debe trabajar. De la misma forma que el pintor
eximio no desmerece su condición al tener que plasmar su men-
saje de ternura y belleza a través de las tintas y la grosera tela
del cuadro. El proceso que despierta al espíritu en su poder
creador, ya sea por su experiencia en contacto con la materia
compacta de los mundos físicos, como en el espacio, en medio
de la energía libre, cuya vibración es más elevada, también se
incorpora a su bagaje espiritual.
Teniendo por base que Dios no realiza milagros, ni concede
gracias y privilegios extemporáneos a cualquiera de sus criatu-
ras, ningún espíritu, ya sea un Logos Planetario o Cristo Solar,
podrá orientar y dar vida a las humanidades encarnadas si no
posee una conciencia absolutamente experimentada e integral-
mente despierta, para cumplir con la tarea sideral y superior.
Todos los arcángeles realizaron su ascenso sideral bajo el mis-
mo proceso educativo, que es extensible a todos los espíritus
que buscan su ventura. Bajo el esclarecimiento del propio Jesús,
cuando afirmó, que “El reino de Dios está en el hombre”, y co-
rroborado en la revelación del Génesis, de que “El hombre fue
hecho a imagen de Dios”; toda centella espiritual ignorante y
simple, alcanzará la condición incomún de arcángel planetario,
después que haya cumplido integralmente los ciclos evolutivos
a través de las prosaicas formas de vida en la superficie de los
mundos físicos.
Así como la llama puede transmitir una mayor cuota de luz
si aumenta la energía que la produce, la conciencia humana se
desplaza panorámicamente en todos los sentidos del universo,
tanto como sea el área que abarque bajo su dirección y autocon-
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